Déjame amarte
- Ingrid Coronel (ingrid4you)
- 18 abr 2017
- 3 Min. de lectura

PROLOGO
Narra Harold
Lunes 31 de Agosto del 2009
Yo pensaba que este año iba a ser fantástico, tal vez que todo iba a cambiar para bien en mi vida
Que tendría nuevos amigos, que mi familia me prestara mas atención y que, por lo menos, tuviera mi primera novia...
Pero me equivoque
En los primeros días del mes mis padres tenían que viajar a Corea del Norte por asuntos de trabajo ajenos a mi persona, mi familia condujo una de las mas famosas empresas en todo el mundo, lastima que tuvieron un problema con unos accionistas lo que provoco ese viaje del mal
Mis cuatro hermanas los acompañaron, ya que su tiempo libre iba en aumento... Y como tan desesperadas que eran no tuvieron mas opción. Lamentablemente el avión donde viajaban se estrello en las montañas
Toda mi familia murió, quedando yo como un huérfano mas en la cadena alimenticia
Fue uno de los días mas tristes de mi vida y pensé que con el tiempo todo iba a mejorar
Nuevamente me equivoque
Un niño de 9 años como yo debería ser feliz con sus amigos, jugar en las calles un partido de fútbol con sus amigos y compañeros
Eso serian lo ideal para un niño "normal" aunque para mi lo normal son burlas, insultos, apodos, golpes de todos mis compañeros
Y de las niñas ni se diga...
¿Que pasa conmigo?
(...)
Ya estaba saliendo de la gran casa donde ahora vivo solo, por un lado, la soledad ha sido como una compañera para mi, pero por otro, me molesta como un mosquito antes de dormir
30 minutos después ya estaba en la primaria cruzando los pasillos y como siempre los niños aventándome bolitas de papel, poniendo el pie para tropezar, lanzando insultos y apodos a diestra y siniestra
Finalmente caí al piso con uno de los pies golpeándome la rodilla en el acto
-¡Oigan ustedes!¡Por que no se meten con alguien de su tamaño!- gritaron hasta el fondo del pasillo, era suave y delicada pero con un toque autoritario y firme
Todos salieron corriendo dejándome tirado en el piso, me seguía doliendo la rodilla pero no quería levantar la vista y pedirle ayuda a alguien que solo me pasaría de largo
Unos pasos se acercaron a mi, abrí los ojos topándome con una mano extendida en mi dirección
Seguí la mano hasta toparme con una niña cabello corto castaño amarrado en dos coletas muy mal hechas, usaba en uniforme que portaba y unos lentes verdes al igual que el color de sus ojos: un verde esmeralda
-¿Estas bien?- su voz la reconocí al instante, pues fue la primera y única que me defendía en una situación como esta
-Si, gracias- acepte su mano y me levante impulsándome con la otra
-Perdón di te humille defendiéndote pero me pareció injusto que te molestaran de esa forma- una media sonrisa apareció en su rostro
-No te preocupes... por lo que veo a ti también te molestan ¿verdad?- ella bajo la mirada y asintió- ¿Cual es tu nombre?
-Natalia Grijalva, ¿y el tuyo?
-Harold Ibañez, eres nueva en la escuela
-Si... por eso mismo no conozco a nadie, no soy buena haciendo amigos- bajo la mirada otra vez
Me siento pésimo por haber preguntado eso
-Y... ¿En que salón vas?
-Voy en el 4to A- mi cara demostraba asombro absoluto- ¿sucede algo malo?
-No, es que yo voy en el mismo salón que tu...- ella sonrió- ¿nos vamos?
Le puse mi brazo como un caballero de hace años, me miro pero luego volvió a sonreír y lo tomo. No hace falta decir que parecíamos toda una pareja adulta
-Espero que seamos muy buenos amigos Harold- dijo sentándose en su banca, la cual estaba delante de la mía
-Yo también lo espero Natalia- conteste dejando mi mochila en el pupitre y con una sonrisa adornando mi infantil rostro
¿Quien lo diría? Esta pequeña niña de ojos verdes y cabello castaño se convirtió en mi primera (y espero no ultima) mejor amiga
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